MI PRIMER PENSAMIENTO DE LA MAÑANA

         
 "Si es la forma que te alejes de mi vida, digo que no te quiero"

Todos los días repito esas palabras en mi cabeza y me pregunto si lo dijiste por ti, por mi o por los dos. Recuerdo la primera vez que conversamos y platicamos sobre libros de contenido profundo, esos que te hacen pensar y meditar sobre  la vida. Allí supe que no era el único que meditaba tanto sobre ello y me dije a mí mismo "Dipson, ahora puedes ser tú mismo". Los días pasaron y nuestras platicas se enfocaron en dichos libros y lo que pensábamos cada quien. Descubrí el interés que tenías por lo esotérico y la vida más allá de dónde la vemos, el destino, la reencarnación.
Todos los días tratabas de sorprenderme con un libro que para tu sorpresa o pesar, ya había leído. Sin embargo un día surgiste con el libro de Louise, L. Hay, el poder está dentro de ti y rompiste aquella racha. Mi soberbia, me jugó una mala pasada, prometí que lo leería en dos días, y no es que no lo hice, debo decir que disfrute la lectura y no me costó hacerlo en ese tiempo; pero mi soberbia se dio cuando en el afán de conseguir una cita contigo a lo tonto, acepte el reto de grabar todo en audio para demostrar que lo leería en ese tiempo, sin molestarme en pensar en lo difícil de hacerlo, sin sentir que no disfrutas esa lectura. Al final me rendí después de unos audios, cuando supe que quería realmente leer con calma dicho libro. 
Ahora lo recuerdo con alegría, fue la primera lección que aprendí, la primera que aprendí cerca a ti y quise seguir aprendiendo.
Tal vez suene nuevamente a soberbia y no me confundas, creo que podemos aprender algo de todos, pero casi nunca he aprendido grandes lecciones de alguien, sin embargo; cuando aprendes algo que realmente querías aprender y que trasciende en tu vida, no puedes parar de anhelar más. Y he ahí la primera razón por la que no pude evitar desearte más cerca de mi.
Ser psicólogo es difícil a decir verdad, no interpretes mal mis palabras, lo que digo es que; las personas suelen esperar perfección en nosotros inconscientemente, esperan alguien que nunca se enoje, que para él no exista la tristeza en su vida, ni la experimente, una persona que no llora, que no se lamenta, que no se equivoca, que simplemente tiene todo bajo control las 24 horas del día, los 365 días del año. Pero no hay concepto más alejado de la realidad, puesto que las emociones y los sentimientos, abundan más en nosotros, la imperfección abunda más en nosotros y la única diferencia es que vivimos con ellas, aceptándolas como parte de nuestros pasos por esta vida, necesarias para crecer, necesarias para seguir siendo humanos y no piedra o concreto.
Todas las personas que han estado en algún taller conmigo, ven a un hombre fascinante y la verdad es que solo deseo que vean a un ser humano más, que puede aconsejar, ayuda, pero a la vez también puede ser aconsejado y ayudado, pues nadie es autosuficiente.
Cuando compartí contigo algunos de mis miedos, supiste escuchar y creí que por fin encontraba a alguien que ya no me veía como un profesional en Psicología, un erudito u hombre perfecto, sino simplemente como un ser humano, un hombre común y cualquiera, pero con el que deseaba estar. Si no lo dije antes, mi mayor miedo es que me quieran por lo que soy en sociedad y no por lo que soy en mi interior. 
Cada día en forma secreta trabajo duro para conseguir mis sueños, aunque no parezca. Ahorro con mucha dedicación y evito que el resto piense que tengo dinero, lo que menos deseo es que me vean con dinero. Muy diferente a lo que era antes. Un hombre que quería que le vieran, saliendo a todas partes, a comer, a beber, viajar, cada semana del año; para ser admirado y que las mujeres se le acerquen. Ahora no, aprendí que tenía muchos contactos en mis redes, pero que no eran amigos todos, a decir la verdad, la mayoría no lo son. Aprendí que la única forma de saberme realmente admirado y querido, era mostrándome en la nada, dónde no hay lujos ni salidas a comer y beber que me hagan exquisito a la vista. Decidí que mi dinero lo conservaría para los amigos, la familia y la mujer que viéndome aparentemente pobre, se quedara conmigo. 
La meta no fue estricta,  4 meses para los amigos y un mes para las mujeres que se me acercaran. Debo decir que de todos mis miles de contacto y amigos, solo 4 de ellos, han permanecido conmigo sin esfuerzo alguno. Abrazo la lealtad y amistad de Nestor, la humildad de Lizbeth, la chispa loca de Kathy (mi veci) y la docilidad de Cristina. 
Sin embargo en el caso de las mujeres, ninguna pasaba de 5 días y no hablo de ya una relación, sino en solo el tiempo de salir y conocernos. Debo decir, que como parte de mi interés a veces solía decirles a modo de pista "Ten paciencia, ya vendrán cosas mejores", haciendo alusión a que cuando sea el tiempo correcto, compartiría con ellas lo que tengo, como lo hago con mis verdaderos amigos y mi familia. Sin embargo, para ellas parte importante y necesaria de empezar a conocerlas, era salir a comer, a fiestas, a reuniones sociales, en fin; a muchos lugares dónde poder demostrar mi solvencia económica. Dura sorpresa para ellas, cuando les decía que no podía ir al inicio y luego que no tenía dinero. Pero más duro para mí, darme cuenta de lo fácil que es que una mujer se aleje o pierda interés cuando dicha solvencia no la pueden ver y por lo tanto demostrar que su interés en mi persona no era genuino.
He aquí la parte en dónde apareces tú, y empiezas a superar esos días récord. Sentía que no te costaba y no tuve necesidad de darte pista alguna, me sentía bien. Sin embargo cuando días mas tarde, empezaste a mostrarte indiferente, empecé a preocuparme, esta vez había llegado a una relación y aunque el primer mes aun no había llegado, quería que llegue. Así que decidí darte la misma pista "Ten paciencia, ya llegarán cosas mejores", lo hice casi susurrando, porque no creí que tendría que volver a hacerlo, pero lo hice.
Empecé a mostrar otras cualidades en las que podría mostrarte mi valor, me interesé en tus estudios, busque ayudarte, pero cada día eras más distante, me decías que no, pero lo sentía y ya había vivido eso, como para equivocarme. Trate de darte otras pistas "Amor, vamos de viaje, el otro mes", "amor quiero darte lo que mereces, pero ahora no puedo", pero aún así, notaba tu cada día falta de interés. Y así terminó todo, solo 20 días duró la ilusión de por fin un verdadero amor. La verdad es que no me duelen esos 20 días, sino los días que quedaban, solo 10 días más. Algunas veces quise decirte sobre esto, pero sabía fracasaría todo si lo hacía. Preferí entonces, darte y mostrarte mi parte humana otra vez, esa que aparentemente te interesó, esa que aparentemente te enamoro, pero ya no funcionó. 
La verdad es que a pesar de todo, descubrí algo. Soy muy enamoradizo como todos me dicen. Apuesto mucho por alguien a quien apenas conozco. Pero aprendí algo con esto. Un mes no es suficiente, porque a pesar que ni siquiera llegaste a ese mes, ahora entiendo que aunque lo hubieses hecho, no serías la mujer para mí.
Deseo, anhelo una verdadera mujer en mi vida. Pero si para eso debo extender mis fuertes, lo haré. Ya no me basta un mes, no debió nunca bastarme, creo que lo más correcto, son 4 meses al igual que mis amigos, porque si puedes estar allí 4 meses conmigo como ellos, sin tener nada que darte, puedes vivir una vida conmigo, dándote todo lo que soy y lo que tengo.
Aún eres mi primer pensamiento de la mañana, pero descuida, alguien más tomará tu lugar algún día; estoy seguro. 

Comentarios

Entradas populares